Soy conocedora de la experiencia humana y la laberíntica mente que nos mueve, he desarrollado la capacidad de observación íntima y atenta, sin juicio, de todo lo que limita, entorpece, bloquea o asusta en nuestro camino.
No sé de dónde sale mi capacidad para leerte pero lo hago más allá de los cuentos y leyendas que te narras. Tengo la facilidad y el permiso, si me dejas, de decírtelo, con amor, para que seas tú quien desvele el telón que oculta tus propios recovecos.
Si tienes el firme deseo de avanzar más libre, si tienes el compromiso de vivirte más amplio y extenso, encontraremos las principales barreras que tú mismo elegiste para, ahora, poder traspasarlas.